martes, 24 de agosto de 2010

Efímera Vida


En ese momento no necesitó que nadie le dijera más nada. En ese instante, se dio cuenta por sí misma de que había otro mundo allá afuera. Todavía existe.
Quizás ese momento sea este. Quizás todo lo que veías como lejano sea un rotundo Hoy. Quizás lo que siempre dijiste que nunca harías sea lo primero que harás mañana por la mañana.
Hoy en Barcelona, mañana en Milán y pasado quién sabe. De cualquier forma, mantente tranquila, Argentina siempre estará esperándote si algo no resulta lo esperado. Y, sobre esto último, lo lógico es que todo ocurra inesperadamente, más allá de los presentimientos y de cualquier análisis previo al futuro.
El futuro, ya le dijeron, llegó hace rato. En aquel mundo, en este o en los que vendrán, existirá afortunadamente algo misterioso por lo cual seguir adelante, sorteando los obstáculos necesarios para develar el secreto. Esa magia allí termina, pero inmediatamente aparecerá otra que te inspirará a seguir caminando.

lunes, 9 de agosto de 2010

Sueña que te suena


Sólo instantes, sólo a veces, me escaparía sin que nadie se diera cuenta.
De vez en cuando decimos que nos gustaría desaparecer por un momento.
Dicen que soñar no cuesta nada y sobre todo, que es gratis.
Si mis sueños se cumpliesen, yo podría irme mañana al Calafate aprovechando la promoción del periódico; podría entender por qué suceden ciertas cosas; sería capaz de asimilar las razones y comprender los motivos; estaría orgullosa de mi trabajo; no le tendría miedo al futuro; no me dejaría llevar por la incertidumbre; disfrutaría del aire puro y las cuatro estaciones; sería simplemente una admiradora del entorno y estaría más cerca de encontrar en el arte esa inspiración superadora.
Sólo instantes, sólo a veces.
Mientras tanto, seguiré soñando con que los sueños que sueño dejen de ser sueños para ser realidad.

martes, 3 de agosto de 2010

Un cierto sentido de la realidad


Sé que no hablamos el mismo idioma, pero igual comprendo. Sé que te escucho y sólo oigo sonidos, no palabras. Sé que a través de tus gestos puedo decodificar lo que estás diciendo.

El idioma muchas veces es una barrera. Uno cae en la cuenta de ello cuando conoce a un extranjero o viaja hacia algún lugar donde no se comparte esta característica. Un idioma es una herramienta que forma parte de determinada cultura….y esa cultura es por sobre todas las cosas, lo que distingue un ser humano del otro.

Cambian las formas de ser, pensar, comprender, asociar, vivir y observar. Se transforma la manera de vestir, de actuar, de amar. Y aun así hay un punto ínfimo, pequeño y alucinante, que pocas veces se alcanza, en el cual nos encontramos frente a frente y nos damos cuenta al fin, de que somos iguales. No en el sentido físico, tampoco en el sociológico. Somos iguales porque es en ese estrecho tramo, en el que todas las distinciones se reducen a detalles. Este punto es invisible la mayor parte del tiempo, aunque quizás un viajero lo encuentre más seguido. Es un instante, una sensación, un impulso que te hace abrir los ojos y finalmente ver que las distancias no son tales, que las barreras imposibles de derribar pueden quebrarse.

Te entenderé aunque no hable tu idioma, podré relacionarme con vos sin usar la misma ropa, y todo lo lograré gracias a un momento de luminosidad que me hará creer que vivo sumido en una oscuridad metafórica, que estoy preso de mi ignorancia.

Será allí cuando al final del día me daré cuenta sin retrasos de que he crecido un poco; mi libertad no será imaginaria.

lunes, 2 de agosto de 2010

Comuniquémonos

Comenzás a sentir ese no sé qué, es un impulso, una fuerza que tira para aquel lado. Estás sometido a una repentina sensación de expresión y todo resulta curioso y digno de análisis. Lo percibís de diversas formas cada día pero sólo uno realmente logras exteriorizarlo por completo. Ese día, ese momento, queda grabado a diferencia de los demás en la escritura, que no es otra cosa que el resultado de todo este movimiento físico y psicológico.

Fuerza terrenal fuera de lo común que tiene como único objetivo la libertad, es también espiritual. Es, como se dice, ese cable a tierra que cierto grupo de la sociedad es afortunada de tener incorporado desde pequeño. Es una lástima que este arte de escribir no sea universal…y es a su vez cierto que todos deberían tener la oportunidad de leer lo que los demás escriben. Es tan simple y complejo como la comunicación.